Sevilla es una ciudad magnífica que se presta a la perfección para un fin de semana o al menos tres días de ocio y relajación, basado en visitas culturales durante el día y entretenimiento por la noche, aderezado con excelente comida típica y regado con licores locales. ¡Una mezcla explosiva de vitalidad que no debe perderse!
Así que aquí hay un Itinerario de 3 días en Sevilla, para explorar todas las zonas turísticas de la ciudad y también algunas joyas escondidas.
Primer día: centro histórico de Sevilla y Catedral
Tan pronto como desembarque en elAeropuerto de San Pablo, lo primero que debe hacer es dirigirse a la ciudad para comenzar las vacaciones de inmediato.
Tres días en Sevilla pasan rápido y hay tantas cosas que hacer y ver, así que sin perder tiempo, después de dejar tu equipaje en el hotel, debes dirigirte hacia el centro.
Lo primero que hay que ver en Sevilla es la espléndida Barrio de Santa Cruz, el casco histórico de la ciudad: un laberinto de calles empedradas dominadas por las típicas casas andaluzas, bajas y blancas, con un patio central que hace las veces de jardín.
El patio andaluz
El patio es un elemento arquitectónico típico norteafricano, importado a Andalucía durante el período de dominación árabe. Es un patio cuadrado, a menudo adornado con una fuente, una piscina o algunas plantas, que reciben la luz desde arriba. Una característica típica es que todas las habitaciones dan al patio, que se convierte así en el elemento central de la casa.
Deambulando sin rumbo fijo por el barrio de Santa Cruz tendrás la oportunidad de tomar innumerables fotos de rincones encantados, jardines, espléndidas iglesias y cuadrados con exuberantes macizos de flores. Aquí es ideal para parar a almorzar, o para uno cerveza a la mitad del día, para relajarse y distraerse de todos los pensamientos.
El barrio de Santa Cruz limita con el resto de la centro historico de sevilla, cuyo corazón palpitante es el espléndido Plaza de la Catedral. Construida sobre una antigua mezquita, esta enorme iglesia gótica se encuentra entre las más grandes del mundo y sin duda merece una visita exhaustiva. No te pierdas el patio de los naranjos, ese es el patio naranja, una vez parte integral de la antigua mezquita y hoy una de las vistas más hermosas de la ciudad.
Merece una mención aparte Giralda, ese es el campanario de la Catedral. En la época del dominio árabe era el minarete de la antigua mezquita, y cuando se construyó en 1156 era el edificio más alto del mundo. Hoy, por supuesto, se ha convertido y es uno de los símbolos de la ciudad. Desde lo alto se puede admirar una vista verdaderamente única de la ciudad, realmente vale la pena subirla.
Salimos ahora de la Sevilla clásica para relajarnos un poco a lo largo del calles comerciales: la Avenida de la Costitucion, que a lo largo del ayuntamiento con vistas a la Plaza Nueva se convierte Calle Tetuan, que junto con el vecino Calle Sierpes es la calle comercial de la ciudad. Deambulando de una tienda a otra, uno recuerda estar en Europa, dejar los ambientes de ensueño y volver al presente.
Esta zona es muy apta para cenar, hay numerosos restaurantes, bares típicos y bares de tapas que sirven cocina local, la forma ideal de terminar el primero de tres días en Sevilla.
Segundo día: Barrio El Arenal y Parque de Maria Luisa
Hoy lo primero que hay que hacer es explorar la zona de Sevilla que bordea el río. Guadalquivir. Aquí se encuentran, de hecho, dos de los monumentos más interesantes de la ciudad, entre otras cosas no muy lejos el uno del otro. estoy ahí Torre del oro y Plaza de Toros de la Maestranza.
La Torre del oro es una torre militar dodecagonal de 36 metros de altura, construida por los moriscos para controlar el acceso a Sevilla por el río. Dentro está el Museo Naval de Sevilla, donde se exhiben instrumentos y documentos que atestiguan el poder español durante los años de los Grandes Descubrimientos. Entre otras cosas, está ampliamente documentado el papel fundamental que jugó el río Guadalquivir en la prosperidad de la economía sevillana.
La Plaza de Toros de la Maestranza es la plaza de toros más antigua de España. Tiene una capacidad total de 12.000 espectadores, y durante la Feria de Abril se enciende con luchas a muerte entre toros y toreros. Data de 1760 y fue renovado a principios del siglo XX.
Hoy en su interior alberga el Museo Taurino, que exhibe recuerdos, documentos y carteles del arte español más controvertido del mundo. La visita al museo también incluye un breve recorrido por el interior de la arena: será posible admirarlo de cerca en toda su elegancia, e imaginar las gradas llenas de multitud de vítores.
Es la hora del almuerzo: nada mejor que volver al centro para degustar algunas de las tapas andaluzas más populares: desde gazpacho, una especie de sopa fría hecha con tomates y pimientos, hasta rabo de toro, un cocido de rabo de toro, la cocina andaluza es un triunfo de sabores y gustos fuertes: merece la pena probarlos todos, ¡teniendo en cuenta también los ínfimos costes de una ronda de tapas!
Por la tarde, lo mejor es descansar en el magnífico Parque María Luisa, el pulmón verde de la ciudad. Situada a un paso del centro y fácilmente accesible a pie, se remonta a finales del siglo XIX, pero su historia está íntimamente ligada a la exposición iberoamericana que se celebró en Sevilla en 800: de hecho, para celebrar esta evento importante, borde del parque se construyó el imponente Plaza de España, que de inmediato se convirtió en uno de los lugares emblemáticos de Sevilla. La plaza semicircular es realmente inmensa y está bordeada por un pequeño canal donde los turistas pueden alquilar botes de remos y circunnavegarlo.
Los edificios que dan a la plaza ahora albergan algunos museos, pero una de las atracciones más interesantes son los mosaicos y azulejos que se encuentran en las paredes, cada una representando una provincia de España. No es raro encontrar visitantes de otras partes del país que se detengan en “su” baldosa y se tomen fotos de recuerdo.
Por la noche, luego de una buena cena en uno de los bares históricos del Barrio de Santa Cruz, será posible vivir una velada como los lugareños asistiendo a una espectáculo de flamenco, el baile típico andaluz que se ha convertido en un icono de España en el mundo.
Las espectáculos de flamenco en Sevilla se encuentran entre las más bellas y sugerentes del mundo: algunas, las más turísticas, se realizan al aire libre, mientras que otras se realizan en círculos y clubes mucho más reservados, por lo que es necesario pagar una entrada.
Tercer día: Alcázar e Isla de la Cartuja
Después de un buen sueño reparador, es hora de volver a la carretera para el último de los dioses tres dias en sevilla, sin duda para repasar los monumentos más importantes, pero también para completar la visita de la ciudad con un recorrido por laAlcázar, un espléndido palacio real construido originalmente por los moros durante su dominación.
Es un conjunto monumental que consta de edificaciones construidas en diferentes épocas históricas y un hermoso jardín. El Alcázar, junto con la Catedral, la Giralda y el Archivo de Indias, forma parte de la lista de Sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
laArchivo de Indias es el último de los monumentos y lugares de interés imperdibles de Sevilla: también se encuentra en el centro, y es un museo que contiene muchos documentos que datan de la época de los Grandes Descubrimientos, cuando España era el soberano absoluto de la ruta a las Américas. Hay mapas, documentos originales y cartas que datan de 1400-1500.
Con poco tiempo disponible, o para sustituir alguno de estos monumentos, puedes optar por unas horas de ocio y relax en uno de los Baños árabes de la ciudad, o dirígete hacia elIsla de la Cartuja, donde se encuentra el patio de recreo Isla Magica, inspirada en el siglo XVI: ideal para entretener a los niños entre museos, antes de regresar al aeropuerto para retomar el vuelo a casa.
Visitas guiadas en Sevilla
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